domingo, 24 de abril de 2016

Orden Uropygi (vinagrillos)


Los uropígidos o vinagrillos son animales de aspecto impresionante, pero totalmente inofensivos y carentes de veneno, estos  animales desempeñan un papel ecológico muy importante, depredando y regulando las poblaciones de otros artrópodos que conviven con ellos y sirviendo, a su vez, de alimento a especies más grandes, como ciertos vertebrados, así mismo tomando como base los hallazgos fósiles, los uropígidos tienen una antigüedad cercana a los 300 000 000 de años.


Los cuatro pares de patas son esbeltos, pero las primeras patas son mucho más delgadas y largas que las demás; las utilizan a manera de antenas para percibir los estímulos del medio, ya que en ellas residen muchos de sus órganos sensoriales; por esta razón siempre las llevan dirigidas hacia adelante y en alto. En general, todos los apéndices están provistos de numerosas sedas sensoriales y algunos otros órganos receptores de estímulos, como las ranuras liriformes y las tricobotrias, pelos muy largos y delgados, sensibles a las vibraciones.


Además de su aspecto particular, lo que más caracteriza a los uropígidos, y a lo cual deben su nombre vulgar, es el olor a vinagre que despiden; este olor no siempre está tan claramente definido, pues en ocasiones huelen más bien a cloro o a ácido fórmico. Esto se debe a la secreción de las glándulas anales: los conductos y orificios de salida de dichas glándulas se encuentran a uno y otro lado del ano y de la inserción del flagelo; son elementos muy importantes en la vida de los uropígidos pues constituyen el principal mecanismo de defensa de estos animales. Este líquido, notable por su olor, no es de graves consecuencias pues ni mata ni inmoviliza a los enemigos naturales de los uropígidos; sin embargo, el chorro lanzado en forma tan imprevista los sorprende y asusta, además de producirles una irritación pasajera en la epidermis si son artrópodos, o en la piel, mucosas y ojos si son mamíferos u otro vertebrado; estos momentos de aturdimiento los aprovechan los vinagrillos para escapar y esconderse.




Los uropígidos son de hábitos nocturnos y durante el día permanecen escondidos entre las piedras, los troncos con corteza suelta, la maleza, la hojarasca, la tierra suelta y entre escombros o basura cerca de las casas. Aunque generalmente están en sitios húmedos, también se encuentran en regiones desérticas, donde la mayor parte del tiempo permanecen en sus refugios; cuando llegan las lluvias se vuelven muy activos para cazar a sus presas. Llevan las patas delanteras levantadas para poder encontrar su camino, y con los otros tres pares pueden correr muy rápidamente. Su alimento principal consiste de otros artrópodos, a los cuales apresan y trituran con sus poderosos pedipalpos. Los trozos son llevados por los quelíceros a la cavidad preoral, donde son predigeridos. Se ha visto que también se alimentan de pequeñas ranas y sapos.

Siendo los amblipígidos de hábitos nocturnos, el apareamiento tiene lugar durante la noche. De acuerdo con lo descrito por Alexander (1962), cuando una pareja se encuentra se identifican entre sí mediante golpecitos con su primer par de patas. Éstos se acentúan por parte del macho, después de reconocerla; comienza a alejarse y a acercarse a la hembra, sin dejar de acariciarla; este comportamiento puede durar horas hasta que, finalmente, se detiene ante ella, se voltea de manera que ambos vean hacia la misma dirección y empieza atacar repetidas veces el suelo con el opistosoma, hasta depositar en él al tronco o pedúnculo del espermatóforo, pero todavía sin esperma. Vuelve a enfrentarse a la hembra que durante todo este tiempo ha permanecido quieta, como hipnotizada con tales manipulaciones, y ahora sí deposita dos masas de esperma sobre el tronco fijado previamente en el suelo. Una vez hecho esto comenzará a retroceder, haciendo vibrar sus primeras patas, con lo cual la hembra empezará a seguirlo hasta llegar a donde se encuentra el espermatóforo; al tocarlo con sus primeras patas, rápidamente colocará su abertura genital sobre él, tomando el esperma. Después la hembra se retirará y el macho se comerá lo que haya quedado del espermatóforo.


Tomado de "ENTRE VINAGRILLOS Y TENDARAPOS"

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